Preceptos - Mandamientos

Mateo 5:28 dice: "Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón." 

Para entender si este versículo es un precepto o un mandamiento, es importante analizar el contexto y el propósito de las palabras de Jesús en el Sermón del Monte.

Contexto Histórico y Cultural

En el tiempo de Jesús, la ley mosaica y las tradiciones rabínicas eran la base de la vida religiosa y moral de los judíos. La Ley de Moisés prohibía el adulterio (Éxodo 20:14), y esta prohibición era entendida principalmente en términos de acciones físicas.

 Explicación Teológica

Jesús, en el Sermón del Monte, está profundizando y ampliando la comprensión de la Ley. No está aboliendo la Ley, sino llevándola a su cumplimiento más pleno (Mateo 5:17). En Mateo 5:28, Jesús está enseñando que la pureza moral no se limita a las acciones externas, sino que también incluye las intenciones y los deseos del corazón.

 Interpretación Simbólica

El corazón, en la Biblia, simboliza el centro de la vida emocional, intelectual y moral del ser humano. Jesús está señalando que el pecado no comienza con la acción externa, sino con la intención interna. Por lo tanto, el deseo lujurioso es tan condenable como el acto de adulterio mismo.

Etimología

La palabra griega utilizada para "codiciar" es "ἐπιθυμέω" (epithymeó), que significa "desear fuertemente" o "anhelar". Esta palabra se usa en otros contextos bíblicos para describir deseos intensos, tanto positivos como negativos.

Ejemplos Concretos 

1.  Precepto: Un precepto es una regla o principio que guía la conducta. En este sentido, Mateo 5:28 puede ser visto como un precepto que guía a los creyentes a mantener la pureza del corazón y evitar deseos lujuriosos.

2 -  Mandamiento: Un mandamiento es una orden directa que debe ser obedecida. Aunque Mateo 5:28 NO se presenta en la forma de un mandamiento directo como los Diez Mandamientos, la enseñanza de Jesús tiene la autoridad de un mandamiento porque proviene de ÉL y requiere obediencia.

Conclusión

Mateo 5:28 puede ser entendido tanto como un precepto que guía la conducta moral interna como un mandamiento  que exige pureza de corazón. Jesús aquí, está elevando el estándar de la Ley, mostrando que la verdadera justicia no es solo externa, sino también interna. Por lo tanto, los seguidores de Jesús están llamados a una vida de integridad que abarca tanto las acciones como los pensamientos y deseos.

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