La lujuria es un concepto que se menciona en la Biblia y se refiere a un deseo sexual desordenado o excesivo. En la Biblia, la lujuria se considera un pecado porque implica un deseo egoísta y descontrolado que va en contra de los principios de pureza y castidad que Dios estableció para la sexualidad humana.
En el Nuevo Testamento, Jesús habla sobre la lujuria en el Sermón del Monte, donde dice en Mateo 5:28: "Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer con deseo impuro ya ha cometido adulterio con ella en su corazón".
Aquí, Jesús enseña que la lujuria no solo se refiere a la acción física, sino también a los pensamientos y deseos impuros que pueden llevar a la transgresión.La lujuria se opone a la virtud de la castidad, que implica el control y la moderación de los deseos sexuales según el plan de Dios.
En la Biblia, se nos exhorta a huir de la lujuria y a buscar la pureza en nuestros pensamientos y acciones. Por ejemplo, en 1 Tesalonicenses 4:3-5 se nos insta a "Abstenernos de la inmoralidad sexual" y a "Aprender a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honorable".
En resumen: la lujuria es un deseo sexual desordenado que va en contra de los principios de pureza y castidad establecidos por Dios en la Biblia. Es MUY importante buscar la pureza en nuestros pensamientos y acciones, y controlar nuestros deseos para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
Que tremendo es esto. Si te pones a pensar verás que Dios puso un límite entre el ser humano y los animales. La verdad es que no se si los animales llegan a tener esos deseos de esa forma,, ellos no hablan, actúan por instinto y es por eso que no les importa hacerlo al aire libre, sin recato alguno. Pero... Dios a nosotros nos hizo con una mente para pensar y medir las consecuencias, nos hizo bien en nuestros cabales. Somos diferentes a los animales para que tengamos un orden y un límite. Fíjate que si no tuviéramos esas leyes, ¿Cómo estarías el mundo hoy? Si Dios nos hubiera dejado hacer a nuestro antojo y aflorar esos deseos tan llenos de lascivia y desenfrenados. Dios cuido nuestra mente, ÉL, nos permite gozar dentro del matrimonio tan solo una parte, la otra parte donde lleva más allá de lo normal, ya no es bueno para nuestra mente.